Revista Mercado
Para entender el momento, es preciso comprender lo que se mantiene y lo que ha cambiado en la clásica actividad de consultoría en todos los campos de actividad empresarial.
He aquí un selecto grupo de expertos que aportan sus definiciones con claridad y amplitud tanto en el territorio general de la estrategia, de la organización empresarial, de los recursos humanos, del marketing y, sobre todo, del poder disruptivo permanente de la tecnología y los notables cambios que introduce.
Todas las entrevistas de este capítulo fueron realizadas por la periodista Fabiana Culshaw.
La base es la misma: entender al cliente
La firma se presenta como una alternativa innovadora en management, procesos y sistemas. El futuro de la consultoría pasa por interpretar más las necesidades de los clientes en un mundo complejo y altamente cambiante. La tecnología es solo una herramienta más para lograrlo; importante pero no la única. El valor agregado colaborativo será la tónica de los servicios en el futuro.
Luis Bendersky, socio director de Paradigma, observa que el escenario de la economía global es altamente variable, lo que modifica rápidamente también la dinámica del negocio. Como ejemplo, cita las elecciones presidenciales en EE.UU. de este año, cuyos resultados hicieron saltar las fichas del tablero político?económico de los países, y las relaciones del norte con América latina.
«No sé hasta cuándo el mundo va a ser tanto más global, y no sé qué va a pasar con los capitales que son relativamente baratos… capaz que no sean tan baratos en el futuro… Por eso lo más relevante para una compañía, es estar lo mejor preparada posible para distintas circunstancias, ser flexibles, rápidas, innovadoras y tener alta capacidad de reacción», recomendó.
Según manifiesta, muchas empresas en la Argentina se han ido reconfigurando y dando lugar a proyectos nuevos, sobre todo en el sector financiero, retail y el mundo de las telecomunicaciones. Y en todas las industrias existen contracciones de demanda o problemáticas de competencia y de costos, por lo que se necesitan enfoques diferentes para salir adelante. Esos temas que preocupan a las compañías son, o deberían ser, los ejes de la consultoría de hoy.
Bendersky opina que la necesidad de las empresas de contar con un consejo estratégico no es nueva, sino que ha existido en los distintos momentos a lo largo de la historia. «Lo que sí es cierto es que actualmente es necesario visualizar mejor adónde uno va, y mostrarles a las empresas que pueden alcanzar valor agregado con alguien que los ayude en sus procesos», acotó.
Valor agregado
Paradigma, con 24 años de historia y operaciones en Argentina, Uruguay, Chile y México (y alcance en toda la región), maneja un total de unos 120 proyectos anuales, vinculados a cambio organizacional, mejora de procesos comerciales, operativos, financieros, industriales, agregado de tecnología informática.
«Si algo hemos aprendido es que no existe transformación de procesos sin agregado de tecnología. Tampoco tiene sentido agregar tecnología sino se transforman los procesos y la cultura organizacional», señaló.
Lo cierto es que la tríada de la consultoría de hoy es la combinación de management, proceso y tecnología, a partir de la cual se puede generar valor agregado en las empresas?clientes. «Todo apunta a mejorar el resultado de las compañías en términos de rentabilidad, sustentabilidad y minimización de riesgos», agregó.
Entre los aspectos que han evolucionado en materia de consultoría, Bendersky menciona que más que analizar los procesos operativos en sí, actualmente se atiende con mayor cuidado a los procesos de las interacciones de la organización con el mercado, es decir con quienes interactúa la empresa, por qué, para qué y de qué forma. «A los enfoques actuales de abordaje, sin duda se suman metodologías tecnológicas para repensar o rediseñar el negocio, sustentando con métricas, dinámicas de gestión y otros tipos de know?how», dijo.
A su juicio, Argentina tiene un buen potencial para exportar servicios de consultoría, considerando fundamentalmente la calidad de la formación de sus profesionales y técnicos. Sin embargo, el costo resulta demasiado alto. «Comparativamente con otros países de la región, el servicio del personal argentino para exportar es caro, empezando por el tipo de cambio», señaló.
Bendersky piensa que la esencia del negocio de la consultoría del futuro no cambiará tanto como a veces se cree. Estima que estos servicios serán altamente competitivos, más que ahora, y las consultoras que salgan adelante serán aquellas capaces de interpretar al cliente y de trabajar en forma colaborativa con él, sin descuidar todo el aporte que las nuevas tecnologías traerán aparejadas.
«Seguirá siendo muy importante el acercamiento al cliente. Entender cuál es el problema de la empresa, el momento que vive, las circunstancias que la rodean y las posibles soluciones… eso va a seguir siendo la base de todo. Seguramente, habrán también más gestiones colaborativas y complementarias con el cliente», concluyó.