Revista Mercado 2009

Por Luis Bendersky

El mundo está sufriendo una de las crisis más importantes desde el crac financiero del 30.

Sin duda, una nueva etapa comienza. Los jugadores del complejo ajedrez de la política mundial deberán mover las piezas a conciencia, evaluando las consecuencias sociales y económicas, para evitar que el tablero vuelva a tambalearse.

En este escenario, se hace todavía más importante y urgente, que la Argentina se repiense para evolucionar mirando para adelante y globalmente y no seguir en movimiento pendular, discutiendo sectorialmente y revisando la historia día tras día. Es necesario que tanto el Gobierno como la oposición, los sectores productivos y gremiales consensúen un plan maestro que defina los principales lineamientos para los próximos años y que nos permita -de una vez por todas- tener una política de Estado en los temas fundamentales y tener además un lugar consistente y perdurable en el mundo.

La proximidad del Bicentenario puede convertirse en una fecha clave para plantear algunos desafíos que nos presenta la agenda de la política económica de nuestro país, a saber: definir un modelo económico redistributivo acorde al nuevo escenario global; reconfigurar las relaciones con el mundo; fortalecer la calidad institucional; implementar un plan estratégico de educación como una herramienta fundamental para el crecimiento; crear un ambiente de seguridad jurídica que aliente la inversión directa; implementar mecanismos de transparencia para el manejo de los recursos públicos; continuar con la política de superávit fiscal; llevar a cabo una política de seguridad que llegue al fondo de la problemática y que no quede solo en anuncios aislados; que la salud sea una prioridad y no una temática que solo sea recordada cuando se desata una epidemia como la gripe A.

¿Estaremos preparados para tamaña tarea? ¿Harán falta que pasen otros 200 años para comprender que el futuro llegó y hace rato? ¿Harán falta otros 100, para volver a lamentarnos de lo que nuestro país fue en el mundo a principios de 1900 y las oportunidades perdidas? Quizás estamos necesitando nuevos Morenos y Belgranos.

Si siempre creímos que «todo tiempo pasado fue mejor’ por qué no invertimos la ecuación pensando que solo nosotros podemos escribir una nueva historia para que en 2210 nos recuerden como próceres que se esforzaron por hacer una Argentina mejor.