El Cronista Comercial 2010

Tienen claro los que miden para qué miden? y los que consiguen los datos, ¿pueden utilizarlos provechosamente discriminando la información precisa y necesaria de la inútil y barroca?

¿Qué porcentaje de los informes sobre estudias realizados supera la instancia de adornar un estante o simplemente quedan en un cajón?

¿Por qué tantos estudios, tanta inversión y tan poca acción a partir de los datos?

Un hombre está volando en un globo aerostático pero los inesperados vientos le hacen perder el rumbo hasta que finalmente admite que se encuentra perdido en medio de la nada.
Realiza las maniobras necesarias para lograr un vuelo a baja altura y divisa a una persona caminando por el campo.

El hombre hace descender el globo algunos metros más y le grita:
Perdone, ¿me puede decir dónde estoy?

El otro lo mira, piensa, le responde:
Usted está en un globo aerostático, suspendido a unos 10 metros del suelo.

La ley de Williams y Holland plantea que, si se reúnen suficientes datos, se puede demostrar cualquier cosa con ayuda de la estadística. Daniel Hauff, en ‘How to lie with statistics’, plantea que si quieres demostrar algo absurdo toma un montón de datos, tortúralos hasta que digan lo que quieres demostrar, y a la confesión así obtenida llámale «estadística».

Algunos ejemplos:
La inmensa mayoría de las personas tiene un número de piernas superior al promedio.

Si tus padres no han tenido hijos, hay muchísimas probabilidades de que tú tampoco los tengas.

Fumando un atado de cigarrillos por día durante 1200 meses se consigue vivir 100 años.

Estamos en una nueva era donde todo debe ser medido y son escasas las empresas que saben qué datos necesitan y cómo utilizarlos. El porqué de la investigación se ha perdido en el tiempo y existen pocos profesionales que sepan analizar los datos para transformarlos en información legible y accionar a partir de los resultados. Medir para la acción es la forma en la que se define el nuevo pensamiento a adoptar por las empresas frente a las investiga ciones. Se ha perdido la cadena de la información activable y nuestro desafío es recuperarla.

Teniendo en cuenta el contexto actual, existen tres reglas bá sicas para que un estudio sea eficaz y eficiente. En primer lugar, obtener da tos confiables, imparciales y ob jetivos, veraces y oportunos que reflejen lo que se necesita estudiar.

En segundo lugar, la capacidad de análisis. El objetivo primordial de los sondeos no es e de suministrar datos sino infor mación para la toma de decisiones.

Por último, la acción, la pues ta en práctica. Un estudio no termina en la presentación de los resultados. Esta etapa sólo nos permite marcar un antes un después en la investigación ejecutando las conclusiones obtenidas en el análisis podremos monitorear los avances de la mejora y rever los objetivos. Activar la información.

Fabio bendersky
Paradigma, Sociedad de soluciones