Que pasará en 2024 con la economía, la política y, en definitiva, con el negocio de las empresas que dirigen. Esa es la gran pregunta que se hacen por estos momentos los números uno de todas las empresas locales. Tras un año en el que la inflación se metió en el centro de los problemas cotidianos, las respuestas que encuentran para los 12 meses que se avecinan son, como mínimo, inciertas.
Como ya es tradición en La Visión de los Líderes, los CEOs de las 400 principales firmas del país responden cómo fueron sus resultados en este año y que previsiones tienen para el próximo.
Además, en una encuesta realizada en exclusiva para El Cronista revelan cuáles son sus mayores preocupaciones, qué esperan para el año próximo y quiénes consideran que son las personas más influyentes del país.
Las respuestas de nuestro CEO, Luis Bendersky
¿Cuáles son las expectativas y proyectos de su empresa para 2024?
Esperamos un año de crecimiento orgánico y sustentable. Buscamos seguir liderando en Argentina, profundizar la presencia regional en LatAm y la internacionalización brindando servicios de alto impacto y valor agregado en grandes proyectos de transformación, desarrollo de nuevos negocios y optimización de resultados. Avanzaremos con nuestras prácticas de IA con el fin de mejorar la efectividad y la productividad en nuestros clientes y la automatización de sus procesos y la gestión de información.
¿Cuáles fueron los principales obstáculos que enfrentó en 2023? ¿Qué balance realiza del año que termina?
Notamos una evolución hacia proyectos más cortos, con resultados concretos e inmediatos y productos intermedios tangibles. Hemos crecido tanto en ventas como en cartera y logramos mayor presencia en proyectos estratégicos. Privilegiamos formas de trabajo más ágiles, el escalamiento tecnológico y seguimos cuidando al máximo nuestros pilares estratégicos: proximidad, compromiso, trabajo en conjunto con nuestros clientes y la evolución y desarrollo de nuestro equipo.
¿Qué políticas públicas podrían contribuir a darle impulso a su sector?
Más allá de la coyuntura, debemos seguir privilegiando la inversión estructural y el fomento del desarrollo de competencias que sigan mejorando la competitividad del país y aseguren su evolución y sustento en el tiempo.