El camino hacia la agilidad.

Por Fabián H. Carrera, Director de Paradigma Sociedad de Soluciones.

¿Puede mi empresa ser ágil? Es una pregunta simple que se hacen muchos de nuestros clientes. La respuesta no es sencilla ya que se deben dar algunas condiciones para que una empresa comience a transitar el camino hacia la agilidad.

Se necesita decisión y paciencia, se tratará de un proceso gradual con pautas y el acompañamiento consiente para asegurar la asimilación.

Para poder iniciar el objetivo la dirección debe tener la firme convicción de querer transformarse en una compañía que gestione sus acciones de manera ágil. Es una transformación profunda que requiere de un cambio de estrategia.

La clave se encuentra en pensar el cambio en forma incremental, y quizás, un proyecto pueda convertirse en el catalizador inicial.

Será necesario re adaptar roles, puestos, adquirir nuevas capacidades con las que hoy la organización está en desventaja y dejar de lado hábitos que sean restrictores para la transformación. Fortalecer la buena comunicación y fomentar una nueva cultura interna donde el error es el comienzo de un aprendizaje grupal. Aprender a observar los procesos en 360, en su totalidad, considerar a todos los involucrados y avanzar en pequeños pasos para alcanzar los objetivos de manera orgánica.

La prioridad serán las personas que harán, que esta evolución, sea exitosa; posiblemente ya sean parte de la empresa y necesiten ser detectados. Esta nueva versión de la organización necesita de una visión de exploración que se permita construir sobre ideas nuevas y variables de aprendizaje sobre prueba y error.

Es vital que todos los equipos comprendan y acepten que la aplicación del cambio será paulatina, profunda, transversal y que impactará en la forma en la que se conciben las nuevas estructuras, las ideas y su desarrollo final, siendo vital la participacion de áreas como RRHH y Proyectos. El negocio deberá aprender a repensarse de manera integral y lograr construir una comunicación interna fluida, colaborativa y ágil.

Las tareas rutinarias deberán detectarse para ser automatizadas y permitir que los equipos multidisciplinarios se concentren en tareas de mayor impacto o valor para la organización. Los equipos de trabajo que son células, burbujas o squads, agilizarán, en simultaneo, la toma de decisiones por la fluidez comunicacional.

El management de las empresas que estén dispuestas, a esta transformación, se acostumbrará a recibir productos y a evolucionarlos, las decisiones serán construcciones consensuadas sin límites jerárquicos, los equipos serán autogestionables, independientes y donde las responsabilidades se comparten.

Para comenzar este camino hacia la agilidad la recomendación de Paradigma, Sociedad de Soluciones, es que las organizaciones busquen aceleradores externos que permitan facilitar la transformación de forma sencilla y amigable.

Desde Paradigma podemos ayudar a encarar esta nueva etapa, facilitando la adopción, el compromiso de la alta dirección, las nuevas dinámicas y principalmente la forma de pensar. El enfoque ágil adecuado activara el cambio necesario para mejorar la productividad, los comportamientos y los resultados.

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