Revista Énfasis Logística

La industria farmacéutica afrontó en los últimos años un exigente control de precios gubernamental com­binado con costos laborales y operativos crecientes. En ese contexto se elevaron además las exigencias en los niveles de trazabilidad de medicamentos, haciendo más desafiante sostener los márgenes del negocio. Si bien este seguimiento más preciso de los productos farmacéuticos constituye un aporte muy importante para la seguridad e integridad de los mismos, los actores de la cadena logística deben buscar en la opti­mización de las operaciones la llave para cumplir con la normativa sin resignar rentabilidad.

En diálogo con Énfasis Logística, Juan Defiore, Socio de Paradigma Socie­dad de Soluciones, nos brindó detalles sobre el proceso de transformación de «Farmanet», una de las principales dis­tribuidoras farmacéuticas del mercado argentino. La consultora asesoró y co­laboró con Farmanet en el rediseño de sus procesos y en la coordinación de las actividades para la renovación de los sistemas informáticos. El principal desafío fue sincronizar e integrar los esfuerzos de todos los involucrados en esta cadena logística, garantizando una implementación que no afectase en nin­gún momento la continuidad operativa.

 

Énfasis Logística: ¿Cuáles fueron las características particulares, del rubro de medicamentos, que más pesaron en el diseño de un proceso de reingeniería como el que llevaron a cabo?
Juan Defiore: Es una industria donde los aspectos regulatorios son impor­tantes, tanto en lo relacionado con la elaboración, como con la seguridad de los productos que, por su naturaleza, requieren recaudos especiales para asegurar su integridad. En los últimos años se han vuelto más exigentes las normativas relacionadas con las operaciones logísticas del sec­tor, entre las que se destaca el esquema de trazabilidad que impuso el Estado y que fue evolucionando a lo largo de los últimos años, ampliando paulatinamen­te el alcance de medicamentos sujeto a ese control. Todos los que participan de la cadena logística: el laboratorio productor, el distribuidor, la droguería, la farmacia y los centros asistenciales, deben identificar, registrar e informar al ANMAT a nivel individual «por cajita» el manejo y tránsito de dichos produc­tos entre los distintos eslabones. Esta obligación de tener un seguimiento de­tallado surgió hace unos años e impac­tó significativamente en una industria acostumbrada -hasta ese momento- a operar con una trazabilidad «de lote». Fue necesario incorporar tecnología y procesos específicos para poder ges­tionar «cajita por cajita», lo que implicó también afrontar los costos asociados a ese nivel de trazabilidad. Estas exigencias aplican a un grupo es­pecífico de medicamentos, no todos, su implementación ha sido progresiva, es decir, se fue ampliando gradualmen­te el universo de medicamentos sujeto a este sistema de trazabilidad detallada. Otro aspecto relevante en esta industria se relaciona con sus procesos de lo­gística inversa. Resultan habituales las devoluciones de productos por parte de las farmacias, ya sea por razones de caducidad, de deterioro del estuche en su manipulación, por diferencias entre lo pedido y lo entregado, o simplemente por acuerdo comercial con el Laborato­rio que así lo admite. Cualquiera sea el motivo, las distribuidoras (y toda la ca­dena logística en general) deben estar preparadas para llevar una correcta ges­tión de dichas devoluciones. Esto suma una exigencia más a un modelo logístico de por sí complejo, que debe operar efi­cientemente con productos de diversas características y necesidades: bajo pres­cripción y de venta libre, con y sin ca­dena de frío, rutinarios de alto volumen y especializados de venta unitaria, con requisitos estándar y con resguardos es­peciales en lo que respecta a seguridad, según los principios activos del medica­mento; entre otros factores. Se genera una gran cantidad de alternati­vas logísticas, para lo que es fundamental tener la flexibilidad de combinar envíos di­versos y con distintos niveles de urgencia. Una complejidad de volumen tan amplio, con tipos de entregas tan diversas, hace que la programación de actividades en el almacén para la preparación de despa­chos y los procesos logísticos como tal sean bastante complejos.

 

É. L: ¿La tendencia es hacia un nivel de trazabilidad cada vez más alto?

  1. D: En mi opinión, es un tema clara­mente instalado, que vino para quedar­se, y que tiene beneficios relevantes para combatir la falsificación o adul­teración en los medicamentos. En el gobierno anterior se percibía un interés por acelerar la incorporación de más productos a esta modalidad, aún no sabemos cuál será la línea de pensa­miento de este nuevo gobierno. Supon­go que esta tendencia seguirá dándose, pero quizás con un ritmo más gradual y con una mayor coordinación público- privada para atenuar los impactos de los mayores costos que conlleva. Desde ya que hay un universo de pro­ductos, como por ejemplo los de venta libre, donde no veo razonabilidad de in­cluirlos en este método de control tan estricto, ya que por su naturaleza creo que la trazabilidad por lote es suficien­temente adecuada.

É. L: ¿Desde qué eslabón de la lo­gística farmacéutica se impulsó este proyecto de optimización?

  1. D: Desde la distribuidora Farmanet. En este rubro las distribuidoras surgen como una manera de establecer siner­gia y eficiencia en la comercialización y logística para los laboratorios. Far­manet surgió por iniciativa de cuatro laboratorios, dos nacionales y dos in­ternacionales, Gador, Casasco, Boer- hingery Novartis, respectivamente. Hoy provee sus servicios de almacenamien­to, distribución y gestión comercial a un grupo aproximado de 20 comiten­tes. De esta forma, los lotes producidos en esos laboratorios son enviados a la distribuidora donde se almacenan, se acondicionan y se asignan en las canti­dades apropiadas para cumplir con los pedidos del siguiente eslabón, que son mayoritariamente las droguerías, gran­des farmacias o entidades específicas de la salud. En el caso de las drogue­rías, a su vez estas cumplen un rol si­milar, abasteciendo a las farmacias más pequeñas con rutinas de entrega diaria.

É. L: ¿Cuáles fueron los factores que determinaron la necesidad de opti­mizar las operaciones logísticas del sector?

  1. D: Creo que fueron dos los facto­res principales. Por un lado, Farmanet buscó mejorar los servicios operativos y la calidad de información para sus comitentes. Por otro lado, tener la ca­pacidad para ampliar su volumen de distribución sin afectar la confiabilidad de las entregas. Para lograrlo, surgían dos necesidades: adecuar los proce­sos a las mejores prácticas del mer­cado y soportar dichos procesos con sistemas de información y soluciones tecnológicas modernas, confiables y escalables. Así fue como se encaró primariamente una reingeniería de sus procesos, con el consenso de los la­boratorios, y luego el recambio de las aplicaciones informáticas.

É. L: ¿Cuáles fueron los jugadores in­volucrados en este proyecto?

  1. D: Obviamente Farmanet, que es la compañía distribuidora, y el grupo de 20 laboratorios a los cuales brinda el servicio de distribución y administración comer­cial. El otro jugador clave en este proyecto fue el operador logístico, en este caso Andreani, que realiza las operaciones físicas vinculadas con la administración del al­macén y con el transporte de mercaderías propiamente dicho.

É. L: ¿Cómo fue el trabajo de coor­dinar los esfuerzos entre las partes?

  1. D: El cambio generado por este pro­yecto de transformación tuvo varias aristas. Por un lado, implicó que Farma­net reemplazara su ERP (sistema conta­ble, administrativo y comercial) por una solución «world class». Como conse­cuencia de ello, todos los laboratorios comitentes tuvieron que adaptar sus interfaces de información. Por otra par­te, se decidió migrar el sistema de ad­ministración de almacenes y adoptar el que Andreani considerara más adecua­do para hacer eficiente su operatoria. Ambas compañías debieron coordinar la implementación de las nuevas solu­ciones, que además de estar en línea con los sistemas informáticos de los la­boratorios, debían también interactuar con el ANMAT para asegurar el flujo de la información de trazabilidad. Esto hizo que el proceso tuviera una gran complejidad y exigiera la necesi­dad de trabajar en conjunto entre todas las partes. El gran éxito fue implementar sincronizadamente todos estos cam­bios, sin generar ningún inconveniente que pudiese afectar el normal abasteci­miento de los canales. •

Entrevista a Juan Defiore – Socio de Paradigma Sociedad de Soluciones