Un ejercicio necesario: retomar la actividad y, a la vez, repensarse desde cero
Por Luis Bendersky, CEO y Co-Fundador de Paradigma
En un escenario disruptivo, lo que antes funcionaba, no necesariamente resultará en lo mismo. Lo que siempre fue exitoso puede haber dejado de serlo. Los nuevos paradigmas requieren de nuevas visiones.
Mantener el equilibrio bajo presión es una de las habilidades más importantes que los líderes de todos los niveles deben dominar.
Independientemente de la industria a la que pertenece, con sus problemáticas específicas, cada empresa está atendiendo el día a día, dejando todo lo demás en segundo plano. El foco está en la supervivencia.
Pero, mientras nos cuidamos entre todos e intentamos adaptarnos ágilmente al entorno para asegurar la continuidad operativa y el sustento del negocio, también debemos repensarnos para construir un nuevo futuro.
El cuestionamiento base cero es utilizado para elaborar nuevas estrategias, reconsiderar qué y cómo se hace, evaluar nuevos escenarios con una visión amplia y desprejuiciada y replantearse cómo debería ser el nuevo modelo de negocio, de organización y operación, las capacidades y el talento humano y el aporte de nuevas tecnologías.
Habrá ganadores y perdedores, pero probablemente nadie vuelva a ser lo que era y quien se anticipe con un enfoque ágil, readaptable y flexible tendrá la ventaja.
Cortar la inercia organizacional es fundamental y urgente. Pensarse desde cero permite una transformación estructurada que mientras alinea a toda la organización, produce valor desde el primer día e impulsa hacia el futuro ideal.
Ante este nuevo mundo base cero es necesario romper con «esto siempre funcionó», poner la hoja en blanco (o ahora la pantalla en negro), romper el statu quo y concentrarse en lo que es crítico para el negocio.
La agenda clave que estamos llevando adelante con nuestros clientes considera los siguientes aspectos:
- Revitalizar la demanda y responder a las nuevas preferencias de los clientes, redefiniendo un nuevo go to market híbrido que combine lo virtual y lo físico mediante plataformas comerciales y de atención autogestivas, teleasistidas y presenciales.
- Poner foco en asegurar la sanidad económico-financiera, ajustando las expectativas del negocio para el corto y mediano plazo, reorientando las inversiones, optimizando el capital de trabajo, repensando la operación y eliminando todo gasto no esencial.
- Recuperar la continuidad operativa fortaleciendo la integración punta a punta de la cadena de abastecimiento, haciendo un replanteo profundo de las redes de proveedores y distribuidores, de los centros propios, de la forma de trabajar y movilizarse y flexibilizando al máximo las capacidades y costos asociados.
- Construir las competencias del futuro y ajustar la organización
- Readecuar los procesos de planeamiento y gestión mediante una metodología adaptativa y ágil, probando y recalculando continuamente.
- Poner foco en las personas, fortalecer el HSE y empoderar la organización para abrazar nuevas formas de trabajo profundizando un liderazgo distribuido, utilizando al máximo las herramientas de colaboración, readaptando espacios y optimizando el balance entre “home+office working”.
- Fortalecer las relaciones con terceros, el RSE y una misión con triple impacto.
- Hiperacelerar la transformación digital, potenciando el data management.
Los líderes debemos cuestionar y cuestionarnos: revisar la estrategia, redefinir toda la cadena de valor y construir lo que viene. Los límites han desaparecido y el mundo base cero nos obliga a crear también base cero.
Son tiempos de explotar al máximo nuestras capacidades y habilidades. Son tiempos de imaginar, de conectar, de potenciar, de aprovechar las oportunidades. Son tiempos de estar muy despiertos y, a la vez, de soñar y hacer del mundo un lugar cada vez más sustentable.
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Por Luis Bendersky, CEO y Co-Fundador de Paradigma