Por Silvio Szac

En los últimos tiempos hemos experimentado una transformación radical impulsada por la adopción masiva de tecnologías digitales. En este contexto, el rol del CFO (Chief Financial Officer) ha evolucionado significativamente para adaptarse a los desafíos y oportunidades que presenta esta nueva era. Su rol ya no se limita a custodiar los números de una compañía, sino que desempeña un papel estratégico en la toma de decisiones y el apoyo en la definición de la dirección futura de la misma.

El CFO solía ser principalmente responsable de la gestión financiera, asegurando la precisión de los informes contables y del cumplimiento normativo. Sin embargo, con la transformación digital, el enfoque ha cambiado. La mayor cobertura sistematizada de los procesos, las herramientas avanzadas de análisis de datos y, más recientemente, aquellas que se apoyan en inteligencia artificial, han permitido a los CFO no sólo alcanzar un mejor control de performance del negocio sino también analizar el pasado, prever tendencias futuras y tomar decisiones basadas en datos cercanos a tiempo real. Ellos trabajan en estrecha colaboración con el CEO y los ejecutivos C-Level para desarrollar e implementar la estrategia de desarrollo de las empresas.

La transformación digital ha derribado las barreras entre los departamentos, requiriendo una colaboración más estrecha entre equipos como TI, Comercial, Marketing y Operaciones. El CFO, en su función estratégica, actúa como un puente entre estos departamentos, asegurando una comunicación fluida y alineada con los objetivos de la organización, en relación con la gestión de la información y la toma de decisiones.

La rapidez con la que la información fluye en la actualidad exige una toma de decisiones ágil y bien informada. Los CFO deben ser capaces de analizar datos rápidamente, evaluar diferentes escenarios y tomar decisiones que impulsen el crecimiento y la competitividad. La tecnología permite mejorar la productividad, logrando ahorrar tiempo de operación y procesamiento de datos para brindar mayor tiempo para pensar, tomar decisiones y mejorar la gestión, haciendo las cosas distintas.

Este contexto requiere que los CFO comprendan la relevancia de invertir en tecnologías digitales y tenga la habilidad para escalarla, capturando valor para la compañía, a la vez que mejora sus funciones.

La digitalización ha presentado un doble filo en cuanto a riesgos para las compañías. Si bien ha facilitado la automatización de procesos y la mejora de la eficiencia, también ha aumentado la exposición a ciberataques y amenazas digitales. Aquí es donde el CFO juega un papel crucial al preservar los datos financieros de la compañía, liderando la gestión de riesgos cibernéticos y asegurando, con el apoyo del Área de IT (Tecnología de la Información), que los sistemas estén protegidos contra cualquier eventualidad.

El nuevo contexto digital ha generado una demanda creciente de talento en áreas de análisis de datos, inteligencia artificial y ciberseguridad. Los CFO desempeñan un papel vital en la planificación estratégica de la inversión, incluyendo el desarrollo del talento existente o su contratación, para asegurar que la organización cuente con las habilidades adecuadas (y las retenga) para satisfacer las demandas futuras del rol y navegar el nuevo contexto.

La progresiva búsqueda de la sustentabilidad de los negocios, las regulaciones crecientes e inclusive los requerimientos de los inversores, exigen cada vez más a las empresas que informen sus objetivos de desarrollo, abarcando información como la ambiental, social y gobierno corporativo (ESG). Esto requiere que los CFO, desarrollen nuevos procesos y sistemas de información, en conjunto con las Áreas responsables en gestionar la sustentabilidad, para recopilar y reportar datos de ESG, que complementan la información financiera históricamente requerida.

En resumen, esta nueva era, digital, que confluye con la búsqueda de la sustentabilidad en la gestión de los negocios, ha convertido a los CFO en mucho más que guardianes de los números. Ahora son estrategas, tomadores de decisiones ágiles, facilitadores de la colaboración interdepartamental, líderes en la gestión de riesgos de la información y en la complementación de información ESG con la tradicional financiera. Los CFO deben lograr una proactividad en la transformación y adopción de nuevas tecnologías que permitan capturar oportunidades, a partir de los desafíos del nuevo contexto, ayudando a alcanzar los objetivos estratégicos de la compañía.

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